martes, 22 de diciembre de 2009

Intercambio.


Paseaban, Él le echaba cosas en cara a Ella: que si no había sido buena, que si las cosas no se hacían así, que si cómo había podido, que si un día se arrepentiría, que si no tenía corazón, que si era de hielo, que si esas no habían sido formas. Ella le miraba inmune a tantas dagas, impermeabilizaba contra tanta mierda, perpleja ante tanta falsedad autonvencida. Le miraba y sentía lástima por la perfección que evidentemente no existía en sus palabras, le miraba y su corazón se echaba las manos a la cabeza de tanta carroña como escupían sus "cómo debería haberse comportado". Él, por fín y de una vez por todas, callaba; ya se había quedado bien tranquilo, ya le había demostrado hasta qué punto era consciente del mal que Ella había ocasionado, de lo infinitamente cruel que había sido la muy descorazaonada, ya podía dormir tranquilo y sin miedo, ya segurisimo que entraba al cielo por la puerta grande, porque había sido un héroe de esos que abren los ojos desde los "yo nunca"y los "tú siempre". Bendita sea la conciencia humana. Bendita sea la arrogancia con corbata y las mentiras con rimmel. Alabada sea la posibilidad de opinar de todo y juzgar aún más.

Ella sonríe sin vergüenza alguna, le mira.

-Me cansa este sabor a libertad condicional que me dejas siempre ¿sabes? No te engañes, yo también he actuado como él y él también ha actuado como yo. Tú has sido como él y como yo. Un día te explicaré la teoría que cuenta cómo todos hemos pasado por Terrorista emocional y/o Mendigo emocional. Anótalo en esa cartilla que tienes de buenos modales. Un día, cuando en vez de verja tengas ventana.
La navidad tenía esas cosas, que aunque soltaras palabras como apagones de cigarro sobre al piel eran días de familia, polvorón, espumillón y santas felicidades. Uno no podía enfadarse con un allegado, no si quería tener regalos.

Declaración de "defectos" varios.


Me pasa por ser una despistada crónica, por dejarme las botellas de champú siempre abiertas en la ducha, por impuntual a correpisa y con consciencia, por cabezona hasta las costuras del sujetador, por andar siempre descalza, por tener mis días salidos y no avergonzarme, por dormir hacia abajo, por almacenar tanta brillante mierda en una sola habitación, por tener tantos hobbies frustrados, por no poder tener animales vivos, por no saber cuidar de las plantas, por escuchar música para dormir, para despertar, para desayunar, para hacer botellón, para hacer el amor, por no saber rechazar chupitos, por cocinar para más que menos, por intentar hacer 104 tartas y no acertar ni una, por ser un desastre con forma humana, por perder las cosas y no dejarlas en su sitio por eso de que "si dejaras las cosas en su sitio eso no te pasaría", por leer hasta demasiado tarde, por comprar libros por vicio y enviciarme leyendo libros comprados, por filosofear cuando voy borracha, por reírme de lo que imagino y no puedo contar, por reír por no llorar, por llorar cuando no toca, por eso de que "mañana madrugo", por tener días tan sensibles como el cashmere, por malpensar y que me pillen, por diagnosticar malos días, por dar menos abrazos de los que tocan, por arrepentirme de ello, por cuando me miras con esos ojitos, por querer que todos prueben las cosas que a mi parecer están malas de narices, por no tener valor para hacerme un tatuaje, por indecisa con todas las letras, por no saber nunca qué bombón elegir, por gastarme una pasta en regalos y no arrepentirme ni un solo momento, por apuntarme a un bombardeo y no plantearme si hay combustible, por no sacarme el carnet a la edad establecida, por no llevar nunca reloj, por miedosa, por no hacerme nunca la cama, ni doblar la ropa, por dejar el inglés siempre para el año que viene, por llevar cada calcetín de madre y padre distintos, por hacer tantos soniditos sin quererlo, por comprar tantísima ropa interior, por decir eso de "mañana tiro estas zapatillas" y no hacerlo nunca, por ser vaga cada domingo y aún así dejar para ese día todas las tareas habidas y por haber, por escuchar una canción hasta aborrecerla, por babear cuando sonríe mi prima, por no tener valor, por decir adiós cuando tocaba un quédate, por no confiar en los "para siempre", por comerme el pan de mi madre en la mesa, por gastar tantas servilletas de papel cuando como/ceno fuera de casa, por ser borde, por ser sarcástica, por decir "esta es la útima" y que nunca sea verdad, por no saber poner fín cuando me lio a escribir y el tema da para mucho.

Y todo esto, de lo que muchas veces tanto me arrepiento, es lo que hace que Tú no puedas ser como Yo y Yo no pueda ser como Tú.

Los "defectos" están infravalorados.

martes, 27 de octubre de 2009

Pensamiento 257.


Últimamente todas las canciones son demasiado tristes, las notas están abatidas de chocar contra mis altavoces y no llegar más allá de la montura de mis gafas; los días desmedidamente breves, por mucho que se empeñen en sacarle rayos al sol; el sol excesivamente inquietante y las noches descomunalmente eternas. Todo me viene grande. No es un cambio de estación, ni siquiera de termómetro anímico, no es nada en especial pero es todo en general. Lo malo de esto es no poder echarle la culpa a algo, a las nubes, al teléfono móvil, al vecino o al ladrido del perro. No aprendí a descargar estas situaciones, en la escuela se empeñaron a regañadientes en enseñarme a dividir con tres cifras pero jamás me dijeron qué hacer cuando uno no se sabe consigo mismo. Para esas cosas no hay maestros, ni libros, ni diapositivas ni fichas que colorear; parece ser que para esto solo existe la modalidad autodidacta de "sacarse las castañas del fuego sin salir muy churrascado". Malditos y estipulados conocimientos obligatorios. Si arranco querrá decir que ya no echaré los frenos, ni vistas más atrás de la esquina de casa, ni manos lejanas que casi se tocan, ni palabras en desuso con desgaste en los puntos de las ies, ni ganas de correr pisando barrizales ni todo lo que pueda recordarme mínimamente a algo que se merece un olvido de o a o. Y podré enfadarme, y darme de golpes tanto como quiera, sin que nadie me llame masoca o chica poco práctica, por mucho que goce. Podré estallar cuando quiera, y para ese entonces ya no querré que me abracen. Y si lo hacen desearé que me suelten cuanto antes, que me dejen marcharme sin hacer mucho ruido…porque trueno por dentro, pero nací insonorizada.

viernes, 16 de octubre de 2009

Apunten ¡Fuego!


Es nostalgia ¿la conoces? Es la más puta de todas ellas, junto con la soledad que se fugo con el miedo en un ataque de ira express.Es que te destruyan y destruir. Que se marchen y todo retroceda veintitrés pasos hacia atrás, mientras tus manos se amplifican seis metros hacia delante luchando contra reloj, contra el tiempo puntual de las estaciones de calendario, contra distancias largas, cortas, medianas; junto al cara a cara. Es como la continua pérdida en una guerra sin aprendizaje, es batallar sin armas contra un ejército de centenar de espadas de triple filo; y no perder la estúpida fé en que algún día todos ellos se rindan, aunque sea de hastío y desgana.
Luchar.
Que te combatan.
Perder.
Que te ganen.
Volver.
Caer.
Alzarse.
Tropezar.
Sangrar.
Arrancar.
Es mirar a los ojos y no saber qué expresar exactamente, o evitarlo; que te arranquen las halas justo un segundo antes de echar a volar por la ventana, que te quemen las retinas justo cuando empiezas a distinguir los colores del día y la noche, es ser romántica y que te apuñalen con el brote de una flor de temporada, es dialogar para un público sordo y foráneo, mentir a un diario privado, sofocar el hielo que se forma alrededor de la historia, mantener un duelo con la monotonía y que ésta te saque la lengua, contemplar las quejas entre las manos y el camino compartido entre los pies, es inventar cada veintitrés minutos una buena teoría de autoentendimiento con mucho -miento; es creer la santa patraña de que el supremo deleite del amor solo se encuentra tras los abandonos más crueles y rencorosos, en las reconciliaciones más cobardes y difusas. Es maldecirte por lo que si y por lo que no, por arrancar a correr y estrellarte contra las farolas de su avenida, y sangrar, sangrar por tomar el camino más cómodo y despejado. Por eso de que siempre hay dos. Por eso de que nunca es cierto.
No es más que acostarse y pensar: “Mañana lo hago sin falta".
Y despertarse con un post-it en las manos que indique: "Hoy también te van a faltar ovarios".
Pensar.
Que te piensen.
Mentir.
Que te mientan.
Soñar.
Que te sueñen.
Sonreír.
Que me sonrías.
No que t-o-d-o-s me sonrían, no, que me sonrías.


Hay veces que encajo en cualquier situación y otras que sobro en todos los ambientes, veces en que me comería a besos a todos y otras en que me los comería pero a lo caníbal, no se exactamente a que se debe tanta controversia, la cosa es que me destruye desde la flora intestinal a las uñas de las manos o en su defecto pies (¿Por qué no?). Son momentos en los que no me veo capaz de conciliar el sueño y de nuevo repito mi frase de “Maldita cabeza dejame en paz” ,y pienso y re- que-te-pienso las cosas que de forma clandestina a veces se juntan encima de mi ojo derecho y empiezan a parpadear y a desconcentrarme y de repente saltan canciones que no me dejan dormir, momentos que se repiten y repiten sin cesar y movimientos que actúan como el botón de repeat ,y yo me muero del dolor y entro en una especie de coma ausente que me invalida la cabeza. Y solo puedo pasar del sofá a la cama, de la cama al baño o tal vez de la cama a la silla del ordenador y si eso escribir para despotricarme, y aún así sigo sin ser capaz de formular qué es lo que no me deja dormir ,y prefiero que así sea , la tinieblas acerca de mi misma actúan en muchas ocasiones como escudos frente a lo que parece ser que es mi realidad… Sea lo que sea, y sabiendo con certeza lo que es, mejor no, mejor dormir y dejar para otro día lo que pueda descubrir hoy. Hay veces que la verdad es una luz que preferimos no confesar y aunque suene contradictorio la oscuridad a veces está más acolchada.


He vuelto a ser desordenada, pero no pienso luchar para evitarlo.

lunes, 5 de octubre de 2009

Lo que nunca sabrás.


Me gustan los abrazos de doble vuelta, el café de los domingos, los conciertos de ducha, las fiestas sin tacones, el yogurt natural con nueces, los estados alterados de la conciencia, comer regaliz rojo en el cine, las sonrisas en pijama bajo las sábanas, los puentes de Amsterdam, las lágrimas en el sofá y tras los créditos, el surrealismo de algunas mentiras, los recuerdos de papitoflexia, los bocadillos de queso, los clásicos, la pasta con tomate, los semáforos en ámbar, los sueños de los niños, las madrugadas en la playa, las margaritas en el pelo, el blanco de Ibiza, la rayuela, los juegos de palabras y las palabras que dan juego, la gente caótica, la fotografía, el vino blanco, Andalucia de cabo a rabo, Islandia, el existencialismo, que me consientan, la música por doquier, los telescopios, los sábados a las 3:30h con seis cervezas, los atardeceres con besos, que me hagan cosquillas en los brazos, los elefantes de la sabana, que me hagan reir, el teatro de calle, las Ramblas, la psiquiatría de mis mejores amigos, la catarsis, las tazas de té, las calles de Alcudia, los submarinos verdes, las terrazas de París, las peliculas que se te quedan muy dentro, los pasteles de frutas, los discos de vinilo, la gente que sabe tanto que nunca acaba, la medicina ilegal, la publicidad, todo a media luz, las papas García con ellas, caminar descalza, el insomnio acompañado, los girasoles cuando giran, los zapatos cómodos, el gin-tonic vodka-tonic, las miradas anestesicas, dormir cuando llueve, las mariposas grandes y vivas, las mandarinas que se comparten, los chicles de máquina, sonreir, que me sonrian, llorar y que me abracen, las tortugas marinas, el chocolate del 70%, la Bahía de Brasil, dormir desnuda, comer en la cama, los lagos, las borracheras con ellos, una madrugada de cine, las fobias, las filias, los peces naranjas, la pintura, mis pinceles, Las Vegas, pintar en las paredes, leer hasta las tantas, Henri Cartier Bresson, dormirme con música, la macedonia con cereales, que alguien me encante, los polos de horchata, la gente que no sabe cocinar pero lo intenta, la ropa interior, pintar por la noche, escribir a las tantas, el olor de la traca, discutir, beber a morro, las manzanas de caramelo de las ferias, las tiritas con dibujos, los viajes en tren, el desorden .

Me gusta.
Me gustan tantas cosas que empiezo a necesitar un cuerpo más grande.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Desorden.


Si padeces de mareos y demás lo mejor será que dejes este texto, me temo que hoy no tengo ningún sentido claro y reconocible así que esto va a ser un batiburrillo sin Biodramina y a prueba de curvas. Todo da vueltas y vueltas y vueltas, pero nada se mueve y todo se estanca.

El mar está en las ventanillas de los aviones en los que volé y por mucho que te digan después de la noche no siempre viene la mañana. Que despago ¿verdad? Tras la tormenta odio la calma ralentizada de buenos modales porque es casi tan falsa como decir "todo era mentira y lo dije sin querer" y tras las vacas gordas nunca espero las flacas. Esto no es ni muy curioso ni muy extraño, esto solo es otra posibilidad. Si tienes que gritar grita, prometo no correr. Porque seguro que me alcanzas y entonces a ver qué coño hago con las lágrimas. ¿Dónde se guarda la lluvia? ¿Dónde me meto lo que nadie quiero que vea? Los humanos venimos muy bien remendados de fábrica, tenemos los bolsillos internos de las chaquetas y los del alma, si cada cual le sacara el polvo a estos últimos veríamos la cantidad de Mierda Vs Confeti que logramos extraer, y os aseguro que la primera ganaría con creces a la segunda, por desgracia. Por eso a veces hacemos cosas muy auto-destructivas, como lamernos las heridas hasta donde nos llegue la lengua o llorar mares por quien no nos merece. lo haces, Yo lo hago, Ella lo hace y el de más allá también, por mucho que se las dé de poderoso. Puedes hacer lo que te dé la gana pero cuando te digo que esto es peor que pintar con la zurda es porque por mucho que me esfuerce nunca encontraré unas buenas esposas para mi con nadie. Y cuando ello empiece a suponerme un problema ya veré qué hago...¿No te parece? Las prisas nunca fueron buenas para arrancar el motor de un corazón con insomnio porque lo hacen funcionar a golpes y palazos, las prisas siempre acaban por forzar las arterías y finalmente el corazón se hiperventila y estalla en mil temores, algunos más claros que otros. Por la megafonía del alma suena el silencio más ruidoso de todos: tu voz, mi voz, sus voces, tus ecos, sus gestos, aquellas palabras, mis latidos, los tuyos, sus miedos, los míos, los gritos, tus susurros, mis "lárgate", tus "quédate", tus "márchate", mis "hasta nunca".Todo a la vez. Que tú puedes. Que yo puedo.

A veces hacer lo correcto no es hacer no que dice el corazón, ni mucho menos la cabeza, a veces lo más justo es hacer lo que te pida el momento y si el momento te pide piernas te marchas, si te pide codos aterrizas y si quiere pestañas parpadeas. Tú eliges, como siempre.

sábado, 5 de septiembre de 2009


Cuidate.



domingo, 16 de agosto de 2009

La vida se repite fiel a un patrón.


La odia por lo que imprudente-mente esperó de ella y ella soliviantada, ella auténtica, ella mediocre se negó a cumplir desde el andén. La odia porque descendió de su futuro fácilmente previsible, intoxicada de pereza, de dulcísima inhibición y sobre todo la odia porque ella no se arrepiente, y más aún porque él no encuentra razones para que ella se arrepienta y ella lo odia a él creyendo sinceramente que lo ama, lo odia desde su vientre, desde su bostezo, por lo que imprudentemente esperó de él y él tozudo, él débil, él huérfano, él austero se negó a cumplir. Lo odia porque en la cama, lo odia porque él comprende y ella oscuramente desearía que él jamás comprendiese y la usara como alimaña, como brecha hacia el fondo de sí mismo. Menos mal que es temprano para perdonar.


¿A que si? Ya sabía yo que era fácil disparar al cielo.


Que Benedetti se ria muy fuerte.

domingo, 2 de agosto de 2009

Prelavado.



Me esperan doce horas de viaje mental y mucha fotografía color sepia; he decidido que con medio día tendré suficiente para pensarme por dentro sin distraerme por fuera. Seguramente dentro de cinco horas estaré cansada de mirar por la ventanilla y no ver más que rayas blancas a toda velocidad, a gente durmiendo (sin yo poder hacerlo) , escuchar música nostálgica en todos los cascos habidos y por haber y esa puta e insensata sensación que hace que todos mis viajes con demasiada distancia sean un recorrido fragmentado del verbo extrañar, sintiéndose la “ñ” más “m” de lo normal.

Si por aquel entonces W. Shakespeare decía:
"Life is a tale told by an idiot, full of sound and fury, signifying nothing".

Yo para este ahora le replico:
Dile a ese idiota que me dé 24h para desplegarme como un sofá cama y esperar lo adecuado, que me dé, que me dé parches de esos que suplantan las necesidades (como los de nicotina), que me dé cosas para distraerme y dejar de pensar en todo lo que a estas alturas está tan quemado como yo. Que en cada comida y cena barro cenizas en vez de migas de migas de pan.

Y punto y final, porque el aparte siempre da pie a mucho más, y hoy los pies me los han dinamitado. Y si, estoy enfadada. Estoy enfadada porque nunca se ha de lavar,enjuagar, peinar y maquillar un pensamiento, un pensamiento tiene que salir a la plaza sucio y si puede ser con el líquido amniótico goteando por su barbilla, un pensamiento tiene que llorar por sí solo sin necesidad de recibir una buena bofetada (quería poner "hostia", pero no voy a borrar), porque un pensamiento puede nacer de un golpe, pero no sobrevive por él.

domingo, 26 de julio de 2009

El cabecero de la otra posibilidad.



(...Entonces decidió que lo mejor era callarse).
-¿Q te pasa ahora por esa cabeza? ¿qué es lo que quieres? ¿qué te preocupa?

-Quiero...quiero... alguien que me venga a buscar aunque llueva a cantaros y se empape a mi lado sin pensar que estaría más cómodo bajo el techo de una cafetería. Alguien que se emborrache conmigo aunque no sea día de fiesta y no tenga miedo a posar desnudo si se lo pido. Que entienda que me gusta levantarme tarde, muy tarde, y comer en pijama y descalza. Que se trague ciertas películas por mí y que le guste escribirme cartas los fines de semana; y si se acaba la tinta, que me lo diga al oído muy bajito justo antes de que nos vayamos a dormir. Que duerma conmigo y no se queje cuando le de patadas o hable en sueños y que se ría conmigo la mañana siguiente en el desayuno. Desayuno que puede darse a las seis de la tarde. Que compre ositos de goma por sorpresa y me los deje bajo la almohada los días que trabaje y no vaya a estar conmigo, que antes de dormir nos miremos, nos miremos durante horas pensando la de meses que hace que no nos veíamos. Que jamás me llame por mi nombre, pero que me llame mucho.

-Ya...¿Y eso dónde dices que está? Porque la vida ni es ni puede ser tan maravillosa, por mucho que nos pese, eso debe cojear por muchas patas de gallo y debe tener un sin fin de surcos de esponja ¡La vida y el amor revientan sus costuras de tantos fallos como tienen!

-No joder, esa no es la pregunta. No lo sé, si lo supiera no tendría ninguna gracia ¿No te parece? Además, la vida se tropieza y se sirve de manera extraña, se encoge de frio y nadie entiende sus tiriteos ni sus pelos de punta, así que no voy a darme de coscorrones por intentar entenderla. Ni a ella ni a sus desdichas con bigotes de león. Que mira ,¿lo ves?, tengo cenizas de tanto darle vueltas y combustionarme las fuerzas por buscar "porqués" y motivos con funda. Y si, lo se, puede no ser tan maravillosa, la vida pierde inocencia en el asiento trasero de un coche y casi nunca hay nadie dispuesto a prestar un par de Kleenex para reparar lo irreparablemente trasnochado, pero siempre hay lugar para la otra posibilidad, "La Mía" ¿No? Yo solo quiero callar al mundo y vivir en imagenes, pero todos vosotros os empeñáis en darme vueltas y en hacerme entender.
-...pero
-Cuando lo único que quiero es todo lo contrario.
(Y se quedaron mirando, cada una hacia cualquier lugar perdido de aquella cafetería sin rumbo, con brillo una pensaba que aquello era posible y la otra, con nauseas, que ojalá lo fuera).

domingo, 12 de julio de 2009

Corre.


Quizás el amor verdadero sea una decisión, la decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder, si te va a hacer daño o si es el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges. Quizá no sea lo que todos nos empeñamos en esperar a toda costa, y por esperar bombones de filigrana fracasamos o cometemos errores enormes, pero aún así esto es mucho mejor que no haberlo intentado y salir siempre vivo de la partida. Y el dolor, el puto dolor, anestesiarlo, aguantarlo, ignorarlo... para algunos de nosotros la mejor manera de enfrentarse a él es seguir viviendo. El miedo a tomar una decisión siempre viene dado por... ¿Y si te equivocas y cometes un error sin solución? Deberíamos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos más, hasta que comprendamos por fin que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir, y que fracasar y cometer gazapos es mucho mejor que no haberlo intentado hasta dejarse las uñas.
A veces lo que esperas es peor si lo comparas con lo inesperado. La razón por la que nos aferramos a nuestras esperanzas es que lo que esperamos es lo que nos mantiene vivos, en pié, esperando. Esperar es sólo el comienzo, lo inesperado es lo que cambia nuestras vidas.
No puedo ser siempre la que va más allá, si doy más pasos desapareceré.

miércoles, 8 de julio de 2009

Cura sana mal de rana.


Odio las noches en que no se qué hacer/leer/mirar/pensar/cantar/pintar/tocar, odio el revoltijo neuronal tras un día aplastante y también me molesta que en todo el día no haya sonado ni una sola canción que me guste lo suficiente como para cerrar los ojos y largarme a Praga de un suspiro. Llevo un rato mirando la pantalla del ordenador, escudriñando un tema adecuado para poder escribir sin excesiva problemática personal, sin mojarme demasiado y barajando la posibilidad de no tocar determinados argumentos que me tienen estancada. Es que me duelen mucho las muñecas y aunque esto parezca una estupidez son las consecuencias de algo que me carcome en un tiempo que no se mide en segundos, sino en recuerdos. Tanto rato llevo frente al salvapantallas que está empezando a pixelarse mi mirada y me duelen las neuronas de estrujarme las entendederas, creerme ,que aunque no las notemos a veces nos duelen y ni la casa Bayer puede ayudarnos a salir del charco. Suena Tracy Chapman y me molesta que haga tanto calor y que el planeta está medido por decibelios que no me permiten sobrepasar, también me pone de mal humor recordar que ella solo suena cuando estoy nostálgica sin motivo aparente. Tengo una capacidad tremenda para rebobinar determinados momentos de mi vida, para retroceder y repetir la misma escena una y otra vez, a veces disfruto de lo lindo recordando una sonrisa durante diez minutos ,pero también es cierto que otras veces me lastimo recordando unas palabras que ahora pesan como el plomo; he estado pensando algo…pongamos que todos tenemos una maleta invisible que permanece anclados a nosotros ,como las cadenas en los fantasmas de Dickens, y que allí se almacenan miles de momentos, todos ellos catalogados por post-its y archivados por colores en carpesanos, hay fotogramas negros, rojos, verdes ,amarillos, blancos…todo depende de la persona y su trayectoria sobre nosotros. Hoy se presentan momentos amarillos. De los que molestan y te obligan a entornar los ojos, de los que te hacen lagrimear y taparte con la mano…como las consecuéncias del sol cuando da de cara, igual. Hoy me pongo morena con todos ellos y me dejo la protección factor 278 en el botiquín, me quemo, me pelo, se me cae la piel a tiras y no me regenero. Odio la frase de “no te preocupes” y también la de “tiempo al tiempo”. Cuando la dicen juro que les reventaría las muñecas a balazos (tranquilos, serían balas con cordel).


Esta "pupa" no se cura ni hoy ni mañana.
Por si quedan ilusos/as.


martes, 23 de junio de 2009

Algún día pasará.



"-No he querido imaginarme nada, más que nada porque los dos somos muy independientes... y si imaginara muy lejos y muy alto me haría algo de daño ¿No crees?A veces es como si no se fuera a acabar,como si no se fuera a acabar pero no estubieramos destinados. No se si me entiendes...

-Si..."

jueves, 18 de junio de 2009

Vapor.


Vapor. En la cama solo hay vapor, fusión entre dos ropas disolución de dos cuerpos. Un solo recorrido y tres posibilidades de llegar a tu boca, escojo el camino más espinoso y con mi dedo trazo la senda perfecta de tu ombligo a tus labios; oigo tu respiración ,de pronto ajetreada, trotar por mi nuca; ausculto el fluir de tu sangre por los brazos, ahora envolviendo cada centímetro de mi piel. Te he visto cerrar los ojos y tornarte ciego, que los sentidos y su oscuridad nos ayuden a encontrarnos donde nadie pueda vernos. Mientras, las telas caen abatidas y la gravedad las hace precipitarse a nuestros pies, solo una tela permanece a lo largo de toda la noche, la más frágil, la que sangra. No existe pensamiento alguno ni infinito en el que cavilar, se dilató la nada y se propagó la desconexión engalanada de una escogida pasión. Vapor. Acariciamos las sabanas, pero solo de puntillas; desnudamos los miedos y desarropamos a los niños que dormían en nuestras manos. Se acabó el disfrazarnos cada día, guardamos las máscaras en la cajonera y las expresiones se centuplican. Ese día no tenemos pasado ni recuerdos, no existen las brújulas ni los consejos, nos ceñimos a los gritos, a los abismos, a las palabras sin sentido. Vapor. Aplastamos las sabanas con nuestro peso, y se enredan nuestras extremidades. Que las sensaciones entren, pero no salgan; que las estrellas bajen para encender cada uno de nuestros roces; que el agua corra bajo nuestros cuerpos; que el infierno trepe por los soportes de la cama y se forje como un inmenso bosque mientras nosotros a golpes de machete rasgamos los impedimentos. Oír .Sentir .Ver. Todo por primera vez, egoísmo en su más vivo estado, generosidad en su más exagerado grado de posibilidad, disolviendo angustias, mezclando besos. Nadar hasta el fin del océano, chocar contra las rocas, marease entre las anémonas, electrocutarse con las medusas. Es vértigo. Es poner las manos a modo de escudo de todas las flechas que diariamente nos han sido lanzadas, es ser conducto de un sinfín de fluidos, es quedarse aun estando la puerta abierta. Es burlarse de la defunción y reírse de la muerte, todo ello de forma escandalosamente bella.Vapor.
Es siempre un estreno, como enamorarse cada vez, no pilotar a las estrellas, sino trasladarlas a nuestra geografía imperfecta, para que originen el luminoso incendio, el calor curativo que transmuta la carne en todo el cielo...es vapor en nuestros ojos.







"El vals" de Camille Claudel.
Bailando un vals de bronce, con cuerpos enredados sobre una base que late. Movimiento que vibra, metal que siente.

miércoles, 10 de junio de 2009

Pero pipa pipa...


¡Me lo voy a pasar pipa!


Yo sé que ahora no toca, que nunca es tiempo de algo así cuando hay tantas cosas en la cabeza ,cuando las neuronas patinan con cuchillas de afeitar y se emborrachan para olvidarse, cuando el flexo te tiene achicharradas las ideas y los brazos, cuando los apuntes pesan más que las piedras pero menos que los sentimientos enmohecidos y desatendidos, o cuando, por ejemplo, tienes la vista cansada de tanto pasar página y tan poco airearte las pestañas. Y yo lo sé, pero me da igual. Me da un igual tan grande como el sol.

Me voy a ir volando por el balcón y a la que quieran darse cuenta estaré de cañas y pinchitos con la luna llena, llena de buenos chistes y hierba buena. Me voy a quitar las zapatillas de entresemana y me voy a pintar las uñas de rojo busco guerra, voy a ponerme el vestido blanco isleño por encima de las rodillas llenas de frenazos y le voy a enseñar las bragas al mundo entero. A ver si se espabila, que esta de un muermo y de un soso... ¿Y sabes qué voy a hacer con todas esas malas caras? Me las voy a comer de aperitivo con dos cajas de Coronitas en la escollera azul verano. Me voy a quedar mirando desde la arena a todas esas gentes de lycra y sus edificios de tareas pendientes y me voy a reír de todos ellos y sus quehaceres ¿Me ves? Soy yo en versión original sin subtítulos. Soy yo despeinada y sin un pelo en la lengua. Soy yo de cerca y de lejos, con mis más y mis menos, con mis negros y mis blancos, con mis risas y mis llantos, con mis disculpas y mis descaros, con mis infidelidades y mis heridas. Soy yo y no sé cuanto durará esta sensación, pero tampoco sé cuanto tiempo tendré para seguir desvariando a mis anchas y a campo abierto. No estoy hecha para llevar esos abrigos tan gordos ni esas formalidades tan oscuras ,así que tienes dos opciones:
O te me quedas mirando, o te vienes conmigo y compartimos las Coronitas.

¿Porqué te da tanto miedo si el mundo ni muerde ni araña? ¿Qué más nos podría pasar que no pudieramos afrontar? ¿Qué podría torcerse hasta doblarnos por la mitad? ¿Hasta dónde nos podrían arrastrar? Y lo que es mejor... ¿Qué podríamos perder?

lunes, 1 de junio de 2009

Barras de Bar-baridades.



Ocurrió en el bar que frecuentaba todos los miércoles, en su hueco personalizado en la barra, frente al camarero de todos los días, encandilada bajo la idéntica copa de la semana pasada ,junto a los seis taburetes elegantemente vacíos. Y a su lado la misma bella sensación que uno siente al terminar una novela cuyo mensaje es que el sufrimiento humano no tiene fin, que solo queda resistir. Una estupenda compañera de farra vamos.
Y en su cabeza el nauseabundo mareo del submarinista que sube a la superficie demasiado deprisa. La copa llena y el hielo deshecho en alcohol de quemar, de fondo la musicalidad de las palabras de dos jovencitas tan vivas que se puede apreciar el latido de sus corazones a kilómetros de distancia…

“-Estoy muy preocupada ¿sabes?
-Cuenta, cuenta…”


Y por un momento se quedaba muda, pasmada por la momentánea colisión de dos mundos que no tenían nada más en común, salvo esa aparente falsa preocupación. Y la gente del bar, de pronto, desaparecía con su muerte trasladada a la enigmática mudez. Su voz, su risa, el calor de su aliento, la carne y finalmente sus huesos. Todo recuerdo vivo de ellos termina. Es algo terrible y natural al mismo tiempo ¿Verdad? Sin embargo, hay individuos que se salvan de esa aniquilación, siguen existiendo en las mesas que ocuparon, los vasos que acariciaron, los guiños que lanzaron…Puede volver a descubrirlos. Su humo, el tono de su voz, su estado de ánimo .La enojan y la relajan, la consuelan y la desconciertan; la cambian. Son como moscas en ámbar, como cadáveres congelados en el hielo, eso que debería desaparecer pero por el milagro de sus tintas sanguíneas sobre la tierra ,se conservan. ¿Se estremecerán todos ellos con la caricia ligera de su mente leyendo sus simuladas e inventadas muertes?

“-¿Te encuentras bien? Estás muy callada…” Le pregunta el camarero.
Un “” seco y rotundo le sonroja , y se marcha por la barra con paso ligero y avergonzado.

Es cierto, hoy está callada . El silencio no es el entorno natural para las historias (se maldice). Las historias necesitan de palabras(se vuelve a maldecir). Sin ellas palidecen, enferman y mueren. Ella guarda una muy grande entre las manos, tan inmensa que a veces asoma y escapa entre sus uñas y puedes leer el desenlace, pero eso solo ocurre cuando se despista y sueña hasta demasiado alto, entonces ambas se baten en modernas cruzadas, se disparan miradas y corren a esconderse la una de la otra; pero es cuestión de tiempo cuando de un gatillazo mueren en afonía mutua . Entonces llega la vergüenza para ajustar las cuentas, que no es una cualquiera; es la más puta de todas ellas.
Y ladea su cabeza, primero hacia la izquierda, luego hacia la derecha, examina su reflejo desde todos los ángulos, deseando ver a otra persona. Pero solo es ella mirándose a sí misma, y entonces se fija en el camarero de siempre y no deja de admirar el hecho de que la combinación aleatoria de unos genes humanos llegue a producir algo tan sobrenaturalmente perfecto, el génesis comenzaba en los botones de su camisa, su espalda mejoraba el universo considerablemente. Se sintió intimidada y deseosa de hacerle saber a ese desconocido que sus ojos seguramente habían estado intensificados por algún acto de prestidigitación fotográfica hasta una azul imposible pero increíble.

“-Vamos, venga, deja de pensar. La vida es una tontería,un circo, una comedia. Te invito a un Cosmopolitan…”

¡PUM!
Esos inmensos ojos azulados le recordaron la popular expresión de que los ojos son el espejo del alma. “Este chico-pensó mientras analizaba profundamente sus ojos añiles y su mirada perdida-no tiene alma. Alguien tendría que coserle una."
Se levantó, bebió su copa de un trago (cayendo en la amarga y caliente realidad como el alcohol que quemaba su esófago), la pagó y se despedidio con la ferviente sensación de que había personas que simplemente habían sido arrojadas al mundo ,a la deriva y sin control.

-Nos vemos la semana que viene.

La chica de la barra no volvió jamás. En apenas doce segundos se había dado cuenta de que ella contemplaba el mundo con la delicadeza propia de la palma de su mano. Como quien acuna, quien susurra, quien canta baladas de amor al viento, quien se pierde en el camino, quien busca amantes, quien raya canciones en su garganta, quien araña con sus labios otras pieles, quien roba meses de abril apurando luces... como nadie hacía en aquel lugar.

Cita para Dos.



“Por mucho que ahora le parezca insufrible
no saber decidirse, llegará un día
(cuando no dude ni un instante)
en que añorará esta madrugada.
Por eso decide tomárselo con calma.
¿Qué prisa tiene?


Quim Monzó,"Tras el cursillo".

domingo, 31 de mayo de 2009

Sujeto con pinzas de tender.


Sol, una tapa al viento versión 2 por 12 de mucho día solo para los dos. Tú, Yo, hoy vamos a despilfarrar hasta dejar de saber contar con los dedos. Vamos a llegar al millón setecientos trenta y siete, y medio-periodo. Suena a siete vueltas a las manecillas de tu reloj, que es el que marca mi tiempo, y como suena a estribillo me encanta aún más. "Vaya unas cosas más raras tienes...". Pero sonríes, y entonces me importa un ovario lo raro que haya sonado. En camiseta de manga corta, la mía blanca-básica, la tuya verde-con-ganas. Yo casi no hablo porque ya sabes lo mucho que me gusta mirar por la ventanilla, tu ventanilla, yo casi no hablo pero tú siempre sabes lo mucho que estoy pensando-te-nos-me; te miro de reojo y sonrío, como uno de esos niños que miran sin miedo a los ojos, como cuando ya no queda nada que perder salvo un pendiente o los dos últimos chicles de la cajetilla. Pero en verdad me queda por perder desde la goma del pelo al bikini, pasando por las zapatillas sin papeles y la cartera sin cordones. También el verbo reÑir debería perder la letra del medio porque lo que queda luego es mucho más bonito, pero la RAE ,que es muy seria y correcta, nunca acepta mis peticiones y eso que siempre les pongo unos bonitos tacones y les perfilo los labios... Tú apoyas la mano sobre mi pierna, y solo cuando tienes que cambiar de marcha te ausentas…pero regresas tan rápido que casi no me da tiempo a extrañarte más de lo normal. Y una carretera de esas que no parecen tener fin o no otro más allá de la luna bien llena. Bien llena de algo, como una cucaña llena de fines de semana. Si, una carretera de 366 días, no me fastidies, puestos a pedir: que el año sea bisiesto.
¿Vale?

Todo esto venía por algo...
¡Ah si! Porque no sabes cuanto me molesta que pongas a esta vida como excusa para la próxima, no sabes ni sabrás cuanto me jode aguantarme las ganas de comerte esas palabras.Que se calle todo ese puto ruido que te rellena, por favor. Que lo único que quiero es tu sonido, y para ese aún no me has regalado unos buenos cascos.

jueves, 28 de mayo de 2009

Vértigo.



- ¿En qué piensas que llevas tanto rato ahí quieta?

-En todo lo que nunca sabrás y te perteneció. En todo aquello de lo que formaste parte sin copyright. En todo lo que nunca sabré y sin embargo ahí está, revolviéndose en mundos paralelos a X años luz de ahora, mezclándose con miradas que no les pertenecen y siendo escuchadas por personas que jamás lo entenderían como podrías hacerlo tú, o quizás yo; palabras enmarañadas con alguna que otra canción de Norah Jones, el humo de un par de cigarrillos y dos bocadillos vegetales. El otro día pensé en todo aquello que nunca leería, ni escucharía, ni sabría, ¿te imaginas que alguien en algún lugar del mundo ha escrito sobre ti? Que ha llenado las hojas de su diario con tu nombre y ha manchado veinte entrada de su blog pensando en tus hombros. Que escribió tu nombre en los márgenes de las libretas y en las hojas en blanco que nunca usó; y luego imaginó como quedaría su nombre junto al tuyo. Persona que soñó con darte los buenos días, con decir “Jesús” después de que estornudaras, con abrazarte cuando los exámenes te apretaran el cuello y no tuvieras donde sujetarte porque estaba todo inundado de quehaceres, con mirarte mientras dormías o mientras preparabas una ensalada, con calzarte por las mañanas cuando la malagana no está ni para hacer nudos. El mundo está lleno de detalles tan tontos como estos, que alguien piense en ti y tú nunca lo sepas. En el montón de palabras que alguien decidió guardarse en vez de contarte...

Le quieren enseñar al padrecito a rezar el Padre Nuestro.



-Oye Prima, ¿Tú crees en los marcianos?
-Yo si ¿y Tú?
-Yo es que ya tengo ocho años y el cura me ha dicho que solo he de creer en Dios.
-Vaya…pues yo tengo veinte años así que tampoco debería creer en los marcianos ¿no te parece?
-“Alamejor” es una nueva ley. ¿A ti te dejaron creer en Harry Potter?
-Es que, Luis, para cuando yo tomé la comunión Harry aún no existía.
-Pues ahí está, Don Antonio ha dicho que nada de nada de marcianos pero no ha dicho nada de que no podamos creer en Harry Potter así que tú no digas nada a nadie y así de mayor podré ser como él, un mago.
-Oye… ¿y tú para qué quieres ser mago, si se puede saber?
-Para poner una nueva ley, para los marcianos.
-¿Y por qué no le has dicho a Don Antonio que tú si crees en los marcianos y ya está?
-Porque él dice que dice la palabra de Dios y que Dios anda por caminos “inexcutables”.
-“Inexcutables”…
-Sí, que nunca sabes por dónde te va a salir.
-Ya… ya veo.
-Es que imagínate que un día se me aparece en el pasillo de casa, con su barba, y va descalzo ¿sabías tú que iba descalzo? Yo no sé porqué la abuela dice eso de “dónde Cristo perdió las zapatillas” si no tenía, el pobre, seguro que lo pasó más mal que mal…. Bueno pues va y se me aparece y me dice algo.
-¿Tú qué le dirías?
-Amén.
-¿Y ya está?
-Es que el Credo aún no me lo sé…
-Pues ánimo Luisito que es bien largo.
-¡Bua! ¡Mogollón! Fijo que me suspendería y no me dejaría tomar su comunión. ¿Yo cuando me bautizaron no me sabía ni siquiera el Padre Nuestro?
-¡¡Pero si no sabias ni hablar!!
-Ay no sé… yo no me acuerdo de nada. Pero la abuela siempre dice que estaba guapísimo y que la mamá lloró de verme tan guapo. Llevaba un disfraz blanco y un gorro muy raro, más feo todo... ¿tú te acuerdas prima?
-Sí, ibas de bebé.
-¿Y seguro que no dije nada?
-Que noooooooooooo.
-No me lo creo prima.
-¡Uy! ¿Por qué?
-Porque no es la palabra de Dios.
-Dejate de hostias Luis que..
-¡Uy lo que ha dicho! ¡Lo que ha dicho! ¡Penetencia te va a tocar hacer!
-Penitencia Luis, con "i". La "penetencia" es lo que hacen los curas.
-...
-(risas).
-¿De qué te ries tú ahora? ¿No se te da bien la religión? ¿La suspendiste en la UJI y no se lo has dicho a la tia? Te va a castigar un montón; a mi me ha pasado eso con Naturales.
-Yo es que soy más de ciencias...

martes, 26 de mayo de 2009

Ausencia, Lisboa, café y Cándida.



La ausencia tiene olor a café y se parece a Lisboa.

¿Porqué, verdad? Porque cuando era más (mucho más) pequeña mis padres antes de irse a trabajar tomaban café en la cocina, luego se marchaban y junto al poso de azúcar la ausencia era todo lo que quedaba en sus tazas y en la casa entera. Y lo de Lisboa... eso es otra piedra en la historia; Lisboa es hermosamente triste y rara.
Ya te has perdido cien mil domingos conmigo, cien mil minutos de cine sin anuncios y cien mil segundos de mirarnos por mirar, por vicio y por mojarnos como galletas, mirarnos porque no echan nada más espectacular en ninguno de los medios del mundo y nosotros somos ahora, con total seguridad, lo más interesante de nuestra calle. Y un día me arrepentiré, te arrepentirás...me refiero a uno de esos días en que uno es más mayor que el día anterior, y entonces se plantea de cuantas cosas podría arrepentirse mañana y de qué forma sangran las heridas hoy. El día que te lamas las heridas yo habré perdido las vergüenzas y miraré de frente el espectáculo, y tú me buscarás entre tus estanterías deseando que no te vea caer tan bajo y tan desnudo.Todos tenemos, aunque a ti no se te note, un bolsillito en las costillas, y ahí guardamos todas las cosas bonitas de las que Cándida hablaba en su película, ahí reside la felicidad en polvo y en virutas. Hay personas que nunca tiran de sus hilos porque mirándote a los ojos saber decirte tanto que no es necesario que articulen nada más ni rompan sus costuras, pero solo son algunas personas, y tú no eres una de ellas. Te prometo que desde mi bolsillo se ven las cosas más bonitas del mundo, y que si quieres y te animas un día te hago hueco en mi balcón, con vistas a Lisboa.


La de la foto es Cándida, y es una mujer excepcional.

viernes, 8 de mayo de 2009

Dualidad.


Tú no me entiendes porque eres demasiado joven.
Yo no lo concibo porque ,textualmente, “no he vivido tanto como tú”.
Tú no puedes ponerte en mi lugar porque te falta experiencia.
Yo no puedo hacerme escuchar porque has perdido audición.
Tú eres demasiado inocente y aún hueles a recreo.
Tú estás podrido por dentro y de nada te sirve el Channel Egoiste Platinum.
Tú te crees que hablando se llega lejos.
Yo me echo las manos al cuello cuando crees no tener nada que decir.
Tú eres un batiburrillo de demasiada personalidad.
Yo no me conformo con ser esa chica Marie Claire de tus portadas.
Tú no tienes ni idea de lo que vende y triunfa a día de hoy.
Yo no vendo, solo compro o intercambio.
Tú no sabes de negocios y apuestas al por mayor.
Yo solo sé que te arrepentirás de tu escrupulosidad y tus apuestas de casino.
Tú no tienes ni idea y te vas a llevar muchos palos.
Y tú no sabes vivir porque estás lleno de hostias mal curadas.

Ahora creo que está demás deducir quién saldrá ganando de este intercambio de impresiones. Puedes quedarte dormido con tu cigarrillo encendido, con suerte lo máximo que arderá entre las paredes de tu habitación serán las cortinas por culpa de alguna colilla mal apagada; Yo prefiero darme de frente con un montón de puertas más y que cuando el incendio suceda no me pille dentro. Puedes sentirte molesto por mi falta de compasión, pero me has destilado las ganas de ayudarte por dentro y lo único que me quedan son un par de frases pisotón y pellizcos de monja. ¿Y qué si pierdo? ¿Y qué si gano? ¿Acaso vas a enseñarme Tú a saber llevar cualquiera de las dos situaciones?
No te atrevas ,no, porque hoy estoy tan enfadada contigo que ni la mejor de tus caladas de Padre van a sacarte de este pozo de mierda.

jueves, 7 de mayo de 2009

Probable-Mente.


Que bien estás con las piernas extendidas sobre la mesa,con esa carita tan desfaenada, que bien te sienta el sol en los omóplatos y la manga corta en las caderas, la luna en tanga brasileño y el sol haciendo topless, los helados de vainilla en la terraza y las claritas de limón en la plaza grande. Los ocasionales lunes de fiesta y los viernes de pachanga, los sábados mojiteros y el canal porno entre los amigos hormonados, la pelada de cacahuetes multitudinaria y la subida de alcohol en los mofletes. Que guapa te veo ahora que se suda hasta duchándose, que gracia cuando te abanicas con tan poca gracia y tanto desparpajo, cuando rechinan tus tobillos de bailar hasta los claxons de los autobuses y cuando te quejas sin cesar porque no quedan fresas en la nevera. Que ya no es tiempo, te lo he dicho muchas muchas veces; no es tiempo ni de fresas ni de echarse a llorar.
Me estoy muriendo porque no logro hacerte entender que no nos vemos si no nos salimos de nosotros. Respiro. A ver...hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas y garabatos. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear,y quien se acerca, se enciende. ¿Así mejor? ¿Me explico un pelín mejor?
Yo se que no del todo, pero qué quieres...cada vez me dan más abrazos con el velcro girado, más recuerdos de pirateria, cada vez siento más la boca en un puño y que todo lo que me dijiste era lluvia de la buena, chaparrón del fuerte. Pero ya sabes, lo que no me mata me hace más pirata.

domingo, 3 de mayo de 2009

La boca en un puño.


Te prometo que lo he intentado, tanto que me han llegado a sangrar los pensamientos de tanto forzarlos, tanto que las ganas se han sacado los ojos y me han dejado ciega de razón y ocupaciones, tanto que no me quedan suspiros para llenar mis esquinas vacías de nada y otoños. Ya no se si "tanto" es la palabra más adecuada, me has dejado tan vacía que resueno hasta en los conciertos de mp3, soy una cucaña de silencios y a la que estires de mi cuerda va a saltar mi sinfonía de congelador. Si, eso me pasa por dentro, sueno como la nevera, como ese ruido que lo único que manifiesta es que hay algo ahí cuando por las noches todo se calla, algo que está conectado a la luz y mantiene un montón de cosas frías dentro,cosas con caducidad y aditivos. No sé, yo no se estar triste contigo, yo no sé pensar en ti y añicar mis ojos, yo solo se mirarte y hacerme grande y bonita. No me veo llorando por verbos como "marcharse" "alejarse" "distanciarse" o "morir", me veo sacándole los dientes a "arañar" "crecer" y "beber", haciéndole un simpa a "llorar" "pagar" y "pegarse". A mi el descaro me asoma por el borde del pantalón y a la que me doy cuenta me estoy pisando hasta los calcetines de fiesta y modales...más los días de lluvia ,manta y patatas fritas. Pero me falta algo, y ese algo me está atravesando las pupilas con su eco, me está dejando la piel de gallina por dentro y ,dentro de nada, cuando quiera hechar a volar tendré tanto acero en las venas que lo único que se alzará en mí serán las ganas de tirarme al suelo.
Cuando toque el asfalto contaré hasta siete, y si antes del cinco no me has quitado el tapón del ombligo no pienso volver a calar en tí como la lluvia.

miércoles, 22 de abril de 2009

Los asesinos siempre apuran las luces.


Voy a diseccionar mis pensamientos como si fueran una de esas ranas de las clases de biología a las que nunca partí en dos, voy a clavarle alfileres a las vocales anestesiadas de vino peleón y tarta al whisky; y después, cuando tenga mucho coraje y pocas gónadas, veremos qué hacemos conmigo y con este carro de bailes y vaivenes. Cuidado que no sea demasiado tarde, lo digo porque me están llenando los pies de plomo y luego querré echar a correr...
No se qué procuro, pero ya sabes que mi cerebro no es un instrumento lógico plagado de cubos de rubik, mi cerebro es un órgano destinado a la supervivencia, como las garras y los colmillos. Por tanto no busco la verdad, busco la ventaja. La ventaja de latir aunque esté cargada con las bolsas de la compra de tus grandes almacenes de cuarta y quinta mano, la ventaja de las nostalgias de un futuro que ya no sé si es del todo mio, la facilidad para evadirme cuando me pregunto "qué puedes haber hecho conmigo que ya no me encuentro", la ventaja de no sentir el vacío cuando la tarde se va quedando sola o cuando me da por renegar de ti una y otra vez estés donde estés. Cuando no tienes nada que decir lo mejor no es callar, no nos equivoquemos, es gritar a los doce vientos (digo doce por cada uno de los meses que te vas callando cada año) y cuando nos quedamos sin luz por un apagón jamás perdemos las luces, la pupila se adapta hasta al corazón más deforme y titánico.

Sé de sobra que ahora no estas en estas palabras y que la luz nunca es la piel, o lo contrario ¿pero qué quieres que haga? Jode mucho dejarte marchar viendo que lo único que deseas es darte la vuelta.

domingo, 12 de abril de 2009

.. Ya me sabía tus giros de espalda ..


Ahora que todo cambia si te desnudas y se suicidan las dudas desde mi colchón y que quiero injertarme en tu pecho, llenándote el cuerpo de abrazos y besos, que es gratis (mucho más que las llamadas a cobrorevertido). Hoy que Noviembre me ha traído por fin una excusa para ir a poner jarabe en todas las heridas de tu piel, sin medir las cantidades y comiéndonos a cucharadas .Noviembre ha convertido en un paraíso cada ascensor y se llevó el miedo a sentir y a desarmar el trastero del alma con las manos sucias de barro. Hoy que el amor es vivir al día sin paracaídas, un viejo conocido que se juntó con nosotros en un aperitivo.Y que me enseñó lo mucho que me gusta que me abraces siempre de puntillas, saber que de nuevo es fácil volver a vivir cuando respiras por mi, aunque a veces fumes tabaco y me obstruya en tus paredes. Hoy que un post-it me recuerda que querer es invertir todo sin temor a caer desde lo más alto y dar la espalda a toda urgencia en un colchón .Ir de la mano a pelear utopías, no darle ningún "pero" a tu corazón .No darle ningún pero a tu corazón. Hoy...
Ya me sabía tus fiestas sin guardar
tus dolores de espalda cargada
tus días de hormonas
tu boca distinta
tus malas contestaciones
tus autobuses hacia las clases
tus eneros y tus veranos
tu pelo por la mañana.
Ya me sabía tus besos de madrugada
y tus madrugadas sin besos
tu cuerpo en pijama
tus miedos atrasados
y me sabía el diccionario de miradas
y tus colapsos momentáneos
tu botellón y tus desayunos
tu increíble capacidad de síntesis
y tus amigos de más allá
los vientos de la playa
contigo.
me sabía tus vueltas a casa
tu mochila,
tu gato,
tus amigos ausentes,
tu postre favorito
y me sabía los días de sofá
tu manta
tus castillos en el aire
tus temblores
tus restos de tristeza
tus luces y apagones
tus sábanas mágicas
la forma de vengarte
y tu reconciliación
Por eso me marché.
Me sabía de memoria
todas las asignaturas de tu alma.

Pensé, en Novimbre, que tenías razón, no sabes cuanta... Pero vas a enfadarte mucho conmigo cuando sepas que le ha pasado a este Abril.

domingo, 5 de abril de 2009

Ahora que estamos en condiciones de decir,callar y porsupuesto gritar.


No me gusta sentirme identificada con frases que dicen otras personas, más si estas son de grafía negativa (por su tono de voz, el hilo de la conversación o la verdad más verdadera), me avergüenza de tal forma que me veo incapaz de levantar la mirada del suelo. Siento que le miento al asfalto, al montón de piedras que constituyen el acerado o a la colilla que han dejado caer en la tercera mesa de más allá; y de esta forma logro cargar con la culpabilidad de quien ,en actos, ha robado muchas de sus palabras. Me recorren fotogramas por las retinas que ejemplifican una tras otra vez aquella otra en que yo también hice/dije/sentí/vi aquello, no digo error digo “aquello”, porque aquello es mucho más neutro y al fin y al cabo mucho más anónimo que cualquier otro calificativito seguramente mal añadido por mi en estos momentos. A veces lo siento y odio sencillamente por que lo siento, porque lo estoy viviendo y me está volviendo a pasar. Porque estoy dando consejos cuando debería cerrarme la boca como una persiana, o simplemente decir “no soy quién…”, pero es que joder, no soy quien para muchas cosas, la verdad. Cuando ocurre me siento vacía, completamente hueca, como si me hubieran vaciado con una cuchara de bolas de helado y no hubieran dejado dentro de mi más que esa conmoción, la misma que me anima a salir corriendo del cerebro, a estamparme contra mis duras paredes, a atrancarme la boca con cremallera y a llorar por los pies, aunque esto nunca sea suficiente. A veces todo parece tan extremo que soy capaz de oler la pólvora que amenaza con mi estallido, miro fijamente un punto, en realidad cualquier lugar poco trascendental, se me nublan los pensamientos y lo único que veo despejado son los momentos como látigos sobre la espalda y los minutos acabados en punta. Entonces pienso, y mucho, pero eso no significa que después de todo vaya a amanecer.

viernes, 27 de marzo de 2009

La lengua es un arma blanda que mata.


Matar, pero no para quien piensa que solo se logra con el disparo de una bala, que solo se alcanza a machete limpio o a golpes de puño. Matar a copas con alcohol de quemar dolores, matar a sorbos de veneno y saliva de celos, matar a mordiscos y a besos prescritos, matar ahogando el cuello o matar dando demasiado aire a los pulmones. Joder, como duele morirse. Matar siendo consciente de que destruyes, matar siendo un gigante con suelas de acero y colillas de ciudad, matar rajando la piel con las uñas hasta dejarla hecha jirones, matar dando de lado las madrugadas de vino y ausentando las miradas que nos dimos en los trenes, matar sin perderse entre las sábanas dónde no había otras vidas que las nuestras, matar con un “buenos días” que no volverá nunca más. Matar olvidando ropa en otros armarios demasiado huecos y podridos, matar deseando sin poder ansiar, matar sin despertares de libertad, matar censurando las acciones, matar a bofetones de palabras con espinas, matar a fin de cuentas. Matar olvidando. Morirse recordando. Pensé el montón de veces que me habían matado, y debo de tener más de siete vidas, debo de tener muchas muchas más, y no lo sabía. Estoy formada por incongruencias varias, algunas muy bonitas, con sus tacones y demás; otras viejas y despeinadas…bellas igualmente, para que engañarnos puestos a estallar en pedazos. Cuando sea mayor, pero mayor mayor, quiero sentarme frente al mar y escribir todo lo que no me atreví a hacer a lo largo de mi vida, quiero amar a quien nunca lo supo y descartar al que jamás debió de formar parte de mí, cerraré los ojos con fuerza y anotaré en la arena una media de 13689 muertes como las citadas anteriormente… y quedaré tan hueca como una cáscara de nuez. No habrán muchas, ni demasiadas, porque “mucho” y “demasiado” siempre es un tremendo error.

También es cierto que yo he sido una asesina. Pero eso es otra historia... ¿Que porcentaje de victima y asesina debo tener?. Lo pensaré otro día, con más sol y menos luna.

sábado, 21 de marzo de 2009


Un día escribiré una canción de amor, y cuando ponga el punto final a la última estrofa quedaré tan realizada que las arterias darán un centenera de vueltas, sacaré de su orbita a los pulmones y los ojos tendrán visión 365º. Cuando lo haga, si es que lo hago, cruzaré en rojo todos los semáforos y me despediré de dormir en habitaciones de hotel, siempre me ha parecido que sus sabanas punzan demasiado, sus armarios son demasiado profundos y en sus cajoneras nunca hay nada de lo que necesito.
No tengo nada, pero siempre revuelvo en mis bolsillos. Y creo…creo que a veces es mejor salir sin vida del último bar y la antepenúltima copa.

lunes, 16 de marzo de 2009

Tendremos que poner las manos donde puedan verlas.



Tengo molestias, no, no, espera; tenemos, así queda más justo a la par que mejor… Quedarse a oscuras no quiere decir quedarse sin luces, y ausentarme hasta el abismo no es sinónimo de haber perdido el miedo a planear sin alas de plata. Mis pupilas son capaces de adaptarme a todo tipo de paisajes, sin que ello me convierta en una nómada consentida; el problema de ser ambulante es que entonces comienzo a respirar en posturas difíciles. Muchas veces mi acomodo viene ordenado por alguien de más arriba, y yo por miedo a perder mi sueldo meto todas mis cosas en una caja y mudo de un despacho a otro. Lo mejor es que cada vez las cristaleras son más grandes y la verdad se advierte más desnuda. Y entonces le veo las arrugas, el rimel corrido y las piernas sin depilar. Ya sabes, el encanto de la contemplación platónica se esfuma con uno de tus cigarros sin hierba. Se pinta los ojos frente a un espejo o pide un café en el bar de la esquina de más allá, y eso es todo lo que ocurre cuando la veo de frente. El otro día me acordé de algo que estuve pensando un día de lluvia, y es que la lluvia cuando llueve también se moja. Luego pensé en el momento exacto en que el tiempo nos daba una paliza y nos dejaba tirados en alguna cuneta, desnudos, sin piel, neutros y con mucho vértigo. Pero si eso ocurre seguiremos prefiriendo la lluvia, aunque el futuro sea ayer por la noche o venga dentro de un huevo Kinder. Creo que no recuerdo una verdad tan cruel, es peor que ir en un metro lleno de gente que habla sin parar de absolutamente nada, cada vez más y más alto. Pero claro… cerrar esa puerta no deja el mundo del otro lado, y saber algo así hace todavía más incomodo el viaje. Al igual que cerrar los ojos no es soñar o estar muerto o hacerse el muerto aunque a veces lo parezca. Quizá no funcione bien (yo) y ningún Doctor se atreve a decirmelo. Pero eso solo es otro "quizás" que se va de la mano con los "y sis" y demás.

¿Yo? Si, soy nostálgica de nacimiento. Pero… ¿y tú? ¿Qué eres tú?

martes, 10 de marzo de 2009

La fórmula de la dinamita.



Hace meses que en mi Mp4 solo suena música nostálgica, que cabalga esa maldita e insensata sensación que hace que todos mis viajes con demasiada distancia sean un recorrido fragmentado del verbo extrañar, sintiéndose la “ñ” más “m” de lo normal. Que los trenes me pesan más que la mochila de los miércoles y mis muñecas irradian más de lo normal, que tengo bolas de billar por ojos y una alacena sin dulces por pecho. Hace miles de horas que soy suicida del filo de cualquier palabra y se me agotan las fuerzas para darle a la silla la patadita final de fin de soga. Digo hace horas como podría decir hace mañanas, sábados, tardes de meriendas o estaciones sin calendarios...simplemente hace, del verbo "hacer" pero deshecho. Es un "hace" por desgracia, o una desgracia pero posible declinación del verbo, es útil, factible y real. Por obligación figura ahí, como el acento en la palabra corazón o el punto final detrás de un Te quiero.
Hace meses que escribo "beso" sin ganas y los abrazos me mal-suenan a barazos, que las mariposas del estómago se fueron a vete a saber que tierra prometida y me dejaron un montón de capullos rellenos de pólvora. Uno, dos, tres....






¡Pum!

domingo, 22 de febrero de 2009

Yo,mini-Yo y super-Yo.



Estaba pensando en echar a correr hacia atrás, en limpiarle el polvo a los recuerdos de algodón de azúcar con aires de pilla-pilla y ánimos de correveydile; calle arriba calle abajo saltando las baldosas de color rojo. Cuando era pequeña siempre caminaba por las blancas, y si por error acababa cayendo en alguna de color rojo me daba tanta rabia que volvía a empezar mi camino, partiendo siempre del portal de casa (el escalón contaba). Recuerdo cuando papá me quitó las ruedas pequeñitas y traseras de la bici, juré que aprendería a montar en una sola tarde y me convencí de que era necesario que así fuera si quería demostrar que verdaderamente Rosana era Superwoman, miembro del Sindicato del Crimen pacífico-sin-sangre de América (preocupante influencia del cómic) y aunque con las rodillas magulladas y sangre en el codo derecho lo conseguí (tengo una bonita marca que lo demuestra), para dura mi cabezonería y mis ganas de volar sin celofán. Jugar al escondite en verano hasta las once de la noche con mis sandalias azules de la suerte,que poseían los asombroso poderes mágicos de no rozarme por mucho que corriera ; los gritos de mamá por el balcón y recaudar pesetas hasta poder comprarme un MiniMilk en aquella heladería de la esquina con aquellas compañeras de juegos que a día de hoy son mucho más grandes que yo. Recuerdo el miedo a dormir destapada por si un asesino venia y me clavaba un cuchillo, siempre le decía a mamá :“Pero es que si el asesino viene y me clava el cuchillo la sábana podría salvarme”,en pleno agosto esto parecía ser que no era del todo razonable; la tranquilidad de dormir con el armario abierto para evitar que aquel oso negro y gigante se colara entre mi ropa y se comiera mis manos sin que yo, por extraño que sonara, no me diera cuenta hasta la mañana siguiente; la sospecha y el pánico al mear sentada en la taza del WC después de ver Tiburón y la creencia indudable de que las tortugas tenían, dentro de su caparazón, una casa llena de habitaciones.


Si, esa era y creo que soy Yo.

jueves, 19 de febrero de 2009

Voy y vuelvo. Vuelvo y vengo. Vengo y voy.



(Sonrío).
Sonrío y no se exactamente porqué lo hago, no se si lo formas desde tu distante e inmensa distancia o desde tu inabarcable capacidad para leerme las pupilas con una de tus canciones sin tempo; no te enfades conmigo si me desoriento y pierdo el ritmo de mis andares, si destrozo la partitura con mis arritmias o transformo los pianos en baterías. No lo hagas porque no nos servirá de nada. No me sigas si ves que me tambaleo sujeta a una de nuestras farolas, no me ayudes si ves que corro perdiendo las plumas, no me grites cuando huya indebidamente hacia cualquier precipicio que me ayude a calmar ese algo tan nervioso que tenemos. Cuando lo haga, déjame ir. Que aunque haga ver que soy fuerte, aunque me dibuje abdominales con una cera de niños, aunque vaya con un escudo de hojalata…la realidad es que puedo doblarme con una simple mirada de las de marchateynoregreses. Que cuando me acorralan las ganas de estrangular tus suspiros me vuelvo cabezota y testaruda, y de nada me van a servir tus sermones ni tus ganas de rodearme de racionalidad normalizada. Solo entiende, aunque sea a regañadientes, que preciso de ese tiempo tan solitario e individual que logra estabilizarme en nuestra plataforma flotante. Solo sueña conmigo, desde donde estés, que hoy es necesario tirarse de cabeza al mar y desnucar nuestros malos dolores.


Y tranquilo, que yo regreso. Que no me marcho, me renuevo. Que solo me ausento, pero no desparezco. Que me dejo ir, pero no del todo.

martes, 17 de febrero de 2009

Música y adi-a-cción.


La respiración se acelera y mi pecho solo abraza lo básico, los instintos. Y tal vez sea el condecoro, los cuadros, o las estanterías llenas de libros y recuerdos ; pero hay algo, unas motas de polvo-olvido que recuerdan la gravedad de los actos sobrevenidos hace ya algunos meses. ¿Qué hago sentada aquí? ¿Cómo he llegado otra vez a este mismo ambiente? Seguro que me ha drogado, si, seguro, las drogas de diseño están avanzando a una velocidad espantosa. Seguro. “If you want some lovin' baby .That I 'll give to you…”.Su dedo se desliza lentamente por el borde de la mesa y tropieza con mi mano. Resbala. Casi sin pretenderlo, casi sin ser a propósito, pero solo "casi" …y en la habitación de pronto disminuye la graduación de luz y el campo de visibilidad se torna tan nulo como en el juego de las tinieblas. “If you want some huggin' baby. Oh I could hug some to…”. Que pare la maldita música, por favor. Y todo, inclusive los cojines, huelen a ginebra, todo es etílico, incluso los bordes metálicos de las sillas. “All I want baby Is some touch from you…”. Las sílabas se alargan, se ahogan en la ropa interior, el tono se empequeñece, la piel llama instintivamente a la piel y justo en ese momento temo por mi, por mi mañana y por mi amanecer (mea culpa). El sofá de pronto es excesivamente pequeño para dos personas y los cuerpos se apretan y apresan, tanto que de un momento a otro es posible que acabemos fusionados en una sola masa uniforme. Y duele dolerse sabiendo que duele. “Just a little bit attention… yes Is gonna see me through…”. Por dentro pataleo de rabia pero estoy segura de que por fuera nadie lo diría, intrínsecamente me como las uñas, me estiro del pelo, me rasco compulsivamente y pestañeo constantemente. Tengo todas las características de un ser humano: músculos, sangre, piel, pelo. Pero ninguna sola emoción clara y reconocible, excepto aprensión y apatía. El salvajismo emocional está empezando a apoderarse de mí, me siento letal, al filo del frenesí, creo que mi máscara de salud mental está a punto de derribarse. Delego . Me caigo, del sofá al suelo, del suelo al sótano, del sótano a la tierra, de la tierra al núcleo, del núcleo al cosmos, del cosmos al vacío … caigo. Y esta vez no hay una sola mano, una sola astilla en la que enganchar mi vestido a modo de salvación, un ultimátum, o una antepenúltima oportunidad de no tirarme de cabeza al vaso medio lleno de ese algo rebajado con el agua de los hielos. De ese Tú tan encantador.
Cause you know you're my kind .And I want you, I want you to be mine”. Silencio . Huele a polvora, algo está a punto de dinamitarse, las costuras se agrietan, los botones revientan, la seda se estría, las manos se buscan. Y yo sin moverme. Los brazos doloridos, por la fuerza de contención, se desperezan. Las piernas agrietan su tierra. Los pies despiertan , los tacones apuntillan el suelo y el vaho remata las paredes. Y sin moverte.

Se acerca, con la piel de cuclillas, con los labios encendidos, con sus ojos ciclópeos y su pelo descuidado. Retira mi pelo con excesivo cuidado, acaricia mi nuca con unas manos gélidas que extasían mis nervios, susurra y remata “I idolize you”. Sus labios bajan hasta mi hombro derecho y justo al lado de mi peca de la suerte estalla su beso. Y el calor se esfuma, se evapora, se condensa…y solo queda un frío glaciar. Si salgo corriendo pisaré el suelo desnuda y si echo a volar chocaré con todas sus ventanas.

Estáticamente, si.
Pero enamorar aunque así sea, es más cómodo en libertad. Estática-mente, si. Pero envolverte barajando la imposibilidad es más placentero que mirarse sin mirar. Estática-mente, si. Pero departir ante un mutismo incognoscible es más gratificante que archivar al baño maría una decena más de estáticas situaciones... Estáticamente todo se escapa, huye, se acorrala y se fuga. Y es que la libertad si está atada irrita.
¿Y la música? I Idolize you, de Lizz Wright (no recomendable para días de soledad).

domingo, 15 de febrero de 2009

Solicito de ti todas mis noches.


Lo malo es echarte de menos, los labios que ya no mordemos; lo bueno es saber que en tu ropa interior hay bolsas llenas de caramelos. Lo triste es que vivo en un túnel si no me sujeto a tu ropa; lo alegre es tu lengua al buscarme que en vez de saliva me trae amapolas. Lo raro es que al irse tu pelo ya no cicatriza la almohada; normal es que cuando me miras la vida me da seis vueltas de campana. Lo feo es la piel protestando, pidiéndote todas las noches; lo bello es tu pecho de niño y el vaho abrazado al cristal de los coches. Lo fácil sería desquererse ,pero ¿quién rebobina este cuento?; difícil mirarte a la cara mientras doy pedales contra tu recuerdo. Tú eres un beso sin rumbo y yo un corazón sin respuesta; los dos nos quedamos sin pulso al rompernos la boca con tanta obediencia. Lo malo es que siempre te he dado mucho más de lo que tenía; lo bueno es que dándote todo supe que te di lo que te merecías. Lo triste es que no hay provisiones si estoy lejos de tus caderas; lo alegre es tocarte el culo en un bar sin que el resto se haya dado cuenta. Lo raro es que a estas alturas ya quiero follarte hasta el alma; normal es querer conocer el millón de secretos que esconde tu espalda. Lo feo es no ser insolente como fueron Adán y Eva; lo bello es que anoche aprendí que el kilómetro cero está entre tus piernas. Lo fácil un charco de babas cada vez que viene tu risa; difícil será olvidar el nombre de los bares donde tú respiras.
Mi boca está clavada en el madero
de tu cuello.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Por antonomasia.


No me soporto. Hoy la vida me aprieta, como esos sujetadores tan incómodos pero refinados. Como un 37 en alguno de mis pies o una Xs en cualquiera de mis hombros.
Hay días que sencillamente por no poder no puedo ni conmigo. Son “días invencibles” donde la mayoría de la gente que me rodea está ausente de todo contacto que vaya más allá del cordial “Hola” y complaciente “Hasta luego”, son días huecos que rechinan contra el calendario y agitan a cada uno de sus santos, son tardes que gruñen de frío y estufas averiadas, mañanas madrugadas con mala gana y enormemente desperdiciadas con unas seguras noches sin película en el sofá-cama. Generalmente nunca hay un detonante principal, ocurre sin más; desayunas como siempre y de pronto ¡pum! Ya sabes que será un día invencible. Ese día el universo entero se encarga de que todo quede subrayado en fosfi, todo es importantísimo, nada puede ser pospuesto y absolutamente todas las personas incorporan en su vocabulario el término “prisa” y la inadaptable “frialdad”. Ese día la humanidad es una enorme industria, compuesta por países que se tornan departamentos, con ciudades que se transforman en despachos con casas que mutan en mesas de escritorio y personas que evolucionan (malamente) en estresados robots de bingo de feria. Y tú ahí, sin tener la más remota idea en temas de cuentas ni en marketing empresarial. ¿Cuentas? Los días sin ver a X. ¿Marketing empresarial? Solo nociones básicas de supervivencia con 30 euros.
Los vecinos son jodidamente disciplinados, la panadera insólitamente maleducada, el zumo de naranja espantosamente ácido, la cama se revela y no deja hacerse, los cordones de las zapatillas se alargan demasiado y el pueblo de 16000 habitantes te queda casi tan grande como el “te amo” más mal dicho. Y ese día ni siquiera la posibilidad de tener para comer tu plato favorito puede alentarte a desear que llegue la tarde; estás perezosa para la vida social, y nace en ti la indomable capacidad para reñir por todo y con todos.
Con 19 años, no he encontrado la solución a días como estos. Creo que en el fondo no debería evitarlos ni buscarles anestesia, debería de simplemente afrontarlos como hasta ahora. Pero la verdad es que suelo coger el teléfono,respirar, marcar un determinado número y:


-Hola Rosana ¿Qué tal estás?
-Háblame de ti, que no puedo soportar un día más en mí.

martes, 3 de febrero de 2009

De haberlo sabido.



De haberlo sabido no hubiera corrido sin frenos, evitando los trompos de sentimentalismo en la cuneta. Hubiera librado a mi miedo y mis dudas, dejando que se hicieran con la “a” “m” “o” y “r” de esta historia sin verdad ni tiempo (que Goya nos perdone). Hubiera dejado de ponerme rimel cuando lo realmente necesario era alargarse las ganas. Hubiera reposado en cada área de servicio-autoayuda (por favor), y me hubiera tomado un café por cada una de las mentiras disimuladas. Sin azúcar, que no requiero edulcorante que suavice los hachazos.Te hubiera plantado en la quinta gasolinera, y sin mirar atrás hubiera corrido a duras penas
con los pies molidos de huidas
derrotados de tanto pisotón
cansados de tanto tacón de aguja.
De haberlo sabido me hubiera mordido los labios, te/me hubiera sangrado por dentro en vez de haberme curado las heridas a medias, a nuestras medias tan endebles como la lycra. Me hubiera enjuagado en la bañera con mucho rapapolvo y no entre tus sabanas de algodón y sudores fríos, hubiera compartido más madrugadas con la soledad y no tantas con tu comedor y tus tazas de desayuno. De haberlo sabido hubiera sacado mi orgullo de barrio y te hubiera aniquilado a golpe de mandoble, quintacolumnista. De haberlo sabido no hubiera dejado que transbordaras mi amor en vena, y me hubieras reintegrado cada uno de los sueños a medio hacer. Todos los que me pertenecían y a los que olvidé añadirles copyright.
Pero es que de haberlo sabido esto no hubiera tenido gracia,

ni corazón.

lunes, 2 de febrero de 2009

Día naranja con tardes grises.


Hoy mi día es naranja, como tu pelo, tu estuche, tu pijama, tu sudadera, tu casco, tu cuarto de reparaciones, tu funda nórdica, tu moto, tus guantes, tus ganas, tu cartera, tus pulmones, tu gorra, las paredes de tu casita en la azotea. Como tu recuerdo, tus abrazos; como Tú. Como las ganas de retroceder las varillas y la paralela sensación de acelerar el tiempo, como el “¿porqué?” más irreprochable y el no entendimiento más jodido, como la venganza más puta y el bofetón más marcado, como las lágrimas menos lloradas y la impotencia más desnuda. Como las palabras pendientes que caducaron y las sonrisas amargas que no germinaron, como el saco de deudas que uno siempre acarrea junto con el cúmulo de deseos que, sin querer, uno siempre desea.

Hoy mi día es naranja porque el resto del año no queda de ese color en mi paleta.Porque en días, quizá como hoy, te exprimo hasta no dejar ni rastro. Y porque en momentos ,quizá como estos, lo único que me apetece pensar hasta dinamitar las paredes es que no es posible que ya haya pasado un año...

Hoy mi día eres Tú. Como cada dos de febrero.

viernes, 30 de enero de 2009

Catarsis.


Anoche NO soñé con lo que me contaste. Anoche hizo frío y cerraron la galería de mi museo favorito. Cuando esto ocurre tengo miedo de forma intermitente, pero no una aprensión cualquiera, no; abrigo al miedo con pies de gato y colmillos de aguja. Y justo ahí se engancha y ya no se marcha salvo que encuentre victima mejor. Esa situación de ser estando acorralda me torna sinestésica: oigo tus manos, veo tus palabras y percibo tus sabores por el tacto. Me altero, me pierdo, me desoriento y en vez de dormir las nueve horas estipuladas me dedico a ponerle nombre al aroma de cada centímetro de tu piel. Eres hipnótico sin quererlo, ansiolítico a la fuerza, anticonvulsivo por herencia, amnésico por autocompasión y miorrelajante sin receta. Como Bon Iver. No, no, mucho más. Mucho mejor. Por todo ello retrocedamos ¿vale? volvamos a tener nuestra primera semi-encontrona bajo toneladas de secretos que se comen con cucharilla de helado. Pongámosle un horizonte lejano a nuestra relación de dos por uno, hagamos de nuevo los viejos planes como si fueran tan nuevos como el sábado que viene. Hoy no ha de interesarnos inventar, hoy nos reciclamos como el viento. Hoy no soportamos, nos disfrutamos. Hoy somos valientes y vivimos pisando fuerte. Hoy nos llenamos latiendo y extrañándonos en cada "pum pum". Hoy no hay esperas salvo las de cinco minutos. Estoy cansada de jugar al escondite, de sacarte ventaja al pilla-pilla y de contar mentiras tralará. Ilusionémonos de nuevo, aunque sea a medias y al final de la fabula ponga: “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”. Juguemos con esa posibilidad. Con la de arriesgar matando en cada esquina.

Já. Tiendo a la catarsis personal cada X tiempo, cada mes, cada semestre,todo depende del estado de ánimo de mis quereres .No, no hablo del amor, ni del corazón...el amor está en la lengua, tal cual, solo es una palabra para definir una complejidad casi tan extrema como doblar cucharas con la mirada.

miércoles, 28 de enero de 2009

Solución y pedacitos de verdad.


Del uno al diez, infinito. Del blanco al negro, el verde. De soltera a viuda, ausente. De querer a amar, en espera. Te pienso en verde porque el blanco admite poca clarividencia y porque para el negro siempre he preferido la ropa interior. Te recuerdo ausente porque las viudas siempre han acabado deseando ser solteras para no llorarle a quién no regresará bajo ningún concepto. Te almaceno en espera de la caja más adecuada porque de las que me han enseñado hasta ahora ninguna tenía de ese papel de burbujitas que tanto me gusta. Y si, vuelvo a sentir sinsentidos de los míos. Voy a pensarte durante dos minutos y todo lo que sea capaz de abrigar sobre la piel lo filtraré por el boli Bic, pienso desangrarme con tinta azul. Y no quiero algodones ni tiritas, que no, que yo controlo.

Una vez me preguntaste hasta dónde había sido capaz de amar ¿te acuerdas? Y yo te conté que por estúpido, ñoño e idílico que fuera siempre me había gustado pensar que podía continuar corriendo sin que existiera una meta, arrancar, correr, correr ¿hasta dónde? Ya lo veré…no me sueltes la mano y yo diré eso de “hasta cualquier final”. Pero no te desenganches de mí, porque si lo haces no quiero que vuelvas a mirar atrás, que soy despistada pero me sé este camino de vuelta. Que no sabía si había querido como en una bonita canción francesa, como en la mejor de las comedias, como Él, como Ella o como el vecino de la puerta de enfrente. Que quería, pero no sabía en que medida y tampoco sabía con quién confrontarme porque no me parecía del todo ecuánime… y tú me preguntabas “¿Pero “así” o “asá”?” y yo no te quería contar nada porque podría engañarte con la misma facilidad que un niño olvida su último capricho; que a lo mejor si te mentía era porque precisamente quería decirte la verdad aunque de esto no entendieras ni papa y tus miradas de perplejidad dolieran como hostias sobre mi, hostias que no sabría devolver. Que no podría, que ya sabes que contigo me cuesta hasta alzar el tono por si mis estallidos te rasgan sin miramientos. Y eso te pasa porque estás confeccionado a máquina y a mano, y contigo no se puede frotar, y yo para colmo va y se me todas tus costuras, todos tus telares y tus cambios de composición sintética. Y claro, así ¿cómo no voy a andar con cuidado? Y si encima soy una yonqui y me va la droga dura, y no me corto un pelo cuando me inyecto de ti en cualquier lugar que me puedan ver… soy una yonqui desvergonzada que solo es anónima cuando te deja notitas sobre la sandwichera.
También me casi dijiste que no podías estar con alguien así, que no lograbas entenderme, y acababas mareado de tanto pensarme y de tanto intentar descifrarme. Que a veces no sabias si lo que te decía era que te quería o que había dejado de hacerlo, que ya no sabías si lo que me apetecía era follar o hacer el amor, que no recordabas cómo me configuraba… porque joder ,yo era tan cambiante. Y no hablabas en vale… era tan cierto como los nueve puntos que me pusieron en la pierna, tan cierto como la sonrisa que involuntariamente se dibujo en mi cuando me dijiste aquello de “Deberías llegar a todos los kioscos. Entre chucherías muy dulces y revistas que se compran por los artículos de investigación.”, cuando en realidad lo que quería era abrazarte y decirte que, aunque a estas alturas ya no tenía sentido echar remedio, había encontrado el papel de burbujas y que mañana mismo te embalaba. No soy mala, y aunque nos vayamos el uno del otro quiero que lo hagas lo más cómodamente posible. Siempre me gustó esa sensación de que las soluciones las encontrábamos a la vez.