jueves, 18 de junio de 2009

Vapor.


Vapor. En la cama solo hay vapor, fusión entre dos ropas disolución de dos cuerpos. Un solo recorrido y tres posibilidades de llegar a tu boca, escojo el camino más espinoso y con mi dedo trazo la senda perfecta de tu ombligo a tus labios; oigo tu respiración ,de pronto ajetreada, trotar por mi nuca; ausculto el fluir de tu sangre por los brazos, ahora envolviendo cada centímetro de mi piel. Te he visto cerrar los ojos y tornarte ciego, que los sentidos y su oscuridad nos ayuden a encontrarnos donde nadie pueda vernos. Mientras, las telas caen abatidas y la gravedad las hace precipitarse a nuestros pies, solo una tela permanece a lo largo de toda la noche, la más frágil, la que sangra. No existe pensamiento alguno ni infinito en el que cavilar, se dilató la nada y se propagó la desconexión engalanada de una escogida pasión. Vapor. Acariciamos las sabanas, pero solo de puntillas; desnudamos los miedos y desarropamos a los niños que dormían en nuestras manos. Se acabó el disfrazarnos cada día, guardamos las máscaras en la cajonera y las expresiones se centuplican. Ese día no tenemos pasado ni recuerdos, no existen las brújulas ni los consejos, nos ceñimos a los gritos, a los abismos, a las palabras sin sentido. Vapor. Aplastamos las sabanas con nuestro peso, y se enredan nuestras extremidades. Que las sensaciones entren, pero no salgan; que las estrellas bajen para encender cada uno de nuestros roces; que el agua corra bajo nuestros cuerpos; que el infierno trepe por los soportes de la cama y se forje como un inmenso bosque mientras nosotros a golpes de machete rasgamos los impedimentos. Oír .Sentir .Ver. Todo por primera vez, egoísmo en su más vivo estado, generosidad en su más exagerado grado de posibilidad, disolviendo angustias, mezclando besos. Nadar hasta el fin del océano, chocar contra las rocas, marease entre las anémonas, electrocutarse con las medusas. Es vértigo. Es poner las manos a modo de escudo de todas las flechas que diariamente nos han sido lanzadas, es ser conducto de un sinfín de fluidos, es quedarse aun estando la puerta abierta. Es burlarse de la defunción y reírse de la muerte, todo ello de forma escandalosamente bella.Vapor.
Es siempre un estreno, como enamorarse cada vez, no pilotar a las estrellas, sino trasladarlas a nuestra geografía imperfecta, para que originen el luminoso incendio, el calor curativo que transmuta la carne en todo el cielo...es vapor en nuestros ojos.







"El vals" de Camille Claudel.
Bailando un vals de bronce, con cuerpos enredados sobre una base que late. Movimiento que vibra, metal que siente.

2 comentarios:

  1. Una delicia... Angustia. Velocidad. Magnetismo...

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  2. Ish... menudo subidón.
    Sin malpensar.
    Yo este, ya me lo sabía ;D

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