
Anoche NO soñé con lo que me contaste. Anoche hizo frío y cerraron la galería de mi museo favorito. Cuando esto ocurre tengo miedo de forma intermitente, pero no una aprensión cualquiera, no; abrigo al miedo con pies de gato y colmillos de aguja. Y justo ahí se engancha y ya no se marcha salvo que encuentre victima mejor. Esa situación de ser estando acorralda me torna sinestésica: oigo tus manos, veo tus palabras y percibo tus sabores por el tacto. Me altero, me pierdo, me desoriento y en vez de dormir las nueve horas estipuladas me dedico a ponerle nombre al aroma de cada centímetro de tu piel. Eres hipnótico sin quererlo, ansiolítico a la fuerza, anticonvulsivo por herencia, amnésico por autocompasión y miorrelajante sin receta. Como Bon Iver. No, no, mucho más. Mucho mejor. Por todo ello retrocedamos ¿vale? volvamos a tener nuestra primera semi-encontrona bajo toneladas de secretos que se comen con cucharilla de helado. Pongámosle un horizonte lejano a nuestra relación de dos por uno, hagamos de nuevo los viejos planes como si fueran tan nuevos como el sábado que viene. Hoy no ha de interesarnos inventar, hoy nos reciclamos como el viento. Hoy no soportamos, nos disfrutamos. Hoy somos valientes y vivimos pisando fuerte. Hoy nos llenamos latiendo y extrañándonos en cada "pum pum". Hoy no hay esperas salvo las de cinco minutos. Estoy cansada de jugar al escondite, de sacarte ventaja al pilla-pilla y de contar mentiras tralará. Ilusionémonos de nuevo, aunque sea a medias y al final de la fabula ponga: “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”. Juguemos con esa posibilidad. Con la de arriesgar matando en cada esquina.
Já. Tiendo a la catarsis personal cada X tiempo, cada mes, cada semestre,todo depende del estado de ánimo de mis quereres .No, no hablo del amor, ni del corazón...el amor está en la lengua, tal cual, solo es una palabra para definir una complejidad casi tan extrema como doblar cucharas con la mirada.