miércoles, 28 de enero de 2009

Solución y pedacitos de verdad.


Del uno al diez, infinito. Del blanco al negro, el verde. De soltera a viuda, ausente. De querer a amar, en espera. Te pienso en verde porque el blanco admite poca clarividencia y porque para el negro siempre he preferido la ropa interior. Te recuerdo ausente porque las viudas siempre han acabado deseando ser solteras para no llorarle a quién no regresará bajo ningún concepto. Te almaceno en espera de la caja más adecuada porque de las que me han enseñado hasta ahora ninguna tenía de ese papel de burbujitas que tanto me gusta. Y si, vuelvo a sentir sinsentidos de los míos. Voy a pensarte durante dos minutos y todo lo que sea capaz de abrigar sobre la piel lo filtraré por el boli Bic, pienso desangrarme con tinta azul. Y no quiero algodones ni tiritas, que no, que yo controlo.

Una vez me preguntaste hasta dónde había sido capaz de amar ¿te acuerdas? Y yo te conté que por estúpido, ñoño e idílico que fuera siempre me había gustado pensar que podía continuar corriendo sin que existiera una meta, arrancar, correr, correr ¿hasta dónde? Ya lo veré…no me sueltes la mano y yo diré eso de “hasta cualquier final”. Pero no te desenganches de mí, porque si lo haces no quiero que vuelvas a mirar atrás, que soy despistada pero me sé este camino de vuelta. Que no sabía si había querido como en una bonita canción francesa, como en la mejor de las comedias, como Él, como Ella o como el vecino de la puerta de enfrente. Que quería, pero no sabía en que medida y tampoco sabía con quién confrontarme porque no me parecía del todo ecuánime… y tú me preguntabas “¿Pero “así” o “asá”?” y yo no te quería contar nada porque podría engañarte con la misma facilidad que un niño olvida su último capricho; que a lo mejor si te mentía era porque precisamente quería decirte la verdad aunque de esto no entendieras ni papa y tus miradas de perplejidad dolieran como hostias sobre mi, hostias que no sabría devolver. Que no podría, que ya sabes que contigo me cuesta hasta alzar el tono por si mis estallidos te rasgan sin miramientos. Y eso te pasa porque estás confeccionado a máquina y a mano, y contigo no se puede frotar, y yo para colmo va y se me todas tus costuras, todos tus telares y tus cambios de composición sintética. Y claro, así ¿cómo no voy a andar con cuidado? Y si encima soy una yonqui y me va la droga dura, y no me corto un pelo cuando me inyecto de ti en cualquier lugar que me puedan ver… soy una yonqui desvergonzada que solo es anónima cuando te deja notitas sobre la sandwichera.
También me casi dijiste que no podías estar con alguien así, que no lograbas entenderme, y acababas mareado de tanto pensarme y de tanto intentar descifrarme. Que a veces no sabias si lo que te decía era que te quería o que había dejado de hacerlo, que ya no sabías si lo que me apetecía era follar o hacer el amor, que no recordabas cómo me configuraba… porque joder ,yo era tan cambiante. Y no hablabas en vale… era tan cierto como los nueve puntos que me pusieron en la pierna, tan cierto como la sonrisa que involuntariamente se dibujo en mi cuando me dijiste aquello de “Deberías llegar a todos los kioscos. Entre chucherías muy dulces y revistas que se compran por los artículos de investigación.”, cuando en realidad lo que quería era abrazarte y decirte que, aunque a estas alturas ya no tenía sentido echar remedio, había encontrado el papel de burbujas y que mañana mismo te embalaba. No soy mala, y aunque nos vayamos el uno del otro quiero que lo hagas lo más cómodamente posible. Siempre me gustó esa sensación de que las soluciones las encontrábamos a la vez.

7 comentarios:

  1. Por favor...júrame que escribirás un texto hablando de la diferencia entre follar y hacer el amor... (hay mucho cateto/a),lo digo no por vicio sino porque estoy segurísima de que sería fantástico el resultado. Y porque ya sabes que yo también soy una yonqui...

    ResponderEliminar
  2. En cierto modo me encantaría, que si alguna vez me echan, me metieran en una de sas cajas con papel de burbujas.Pero no...conmiso SI que son malas.
    Esta personita de aquí arriba quiere morbo xD

    ResponderEliminar
  3. Jajajajaja.
    Si Carlos, quieeero morbo.

    ResponderEliminar
  4. Jajajajaja, desde luegoooo... no puedo jurarte que lo haga, pero quizá un día lo intente ( y te avisaré, descuida). Ambos sois dos fuentes insaciables de morbo...y lo sabeis.Jajajaja

    ResponderEliminar
  5. bien seleccionada la foto. me gusta tu blog. escribes casi todos los días y eso demuestra compromiso. Yo lo estoy perdiendo, me cuesta mucho plasmar ideas y también está el tema del miedo. Ya no tengo la libertad que tenia antes para escribir publicamente, ahora mis jefes podrían googlearme y dar con alguna de mis sandeces.
    Problemas de los días del S. XXI...

    ResponderEliminar