lunes, 5 de octubre de 2009

Lo que nunca sabrás.


Me gustan los abrazos de doble vuelta, el café de los domingos, los conciertos de ducha, las fiestas sin tacones, el yogurt natural con nueces, los estados alterados de la conciencia, comer regaliz rojo en el cine, las sonrisas en pijama bajo las sábanas, los puentes de Amsterdam, las lágrimas en el sofá y tras los créditos, el surrealismo de algunas mentiras, los recuerdos de papitoflexia, los bocadillos de queso, los clásicos, la pasta con tomate, los semáforos en ámbar, los sueños de los niños, las madrugadas en la playa, las margaritas en el pelo, el blanco de Ibiza, la rayuela, los juegos de palabras y las palabras que dan juego, la gente caótica, la fotografía, el vino blanco, Andalucia de cabo a rabo, Islandia, el existencialismo, que me consientan, la música por doquier, los telescopios, los sábados a las 3:30h con seis cervezas, los atardeceres con besos, que me hagan cosquillas en los brazos, los elefantes de la sabana, que me hagan reir, el teatro de calle, las Ramblas, la psiquiatría de mis mejores amigos, la catarsis, las tazas de té, las calles de Alcudia, los submarinos verdes, las terrazas de París, las peliculas que se te quedan muy dentro, los pasteles de frutas, los discos de vinilo, la gente que sabe tanto que nunca acaba, la medicina ilegal, la publicidad, todo a media luz, las papas García con ellas, caminar descalza, el insomnio acompañado, los girasoles cuando giran, los zapatos cómodos, el gin-tonic vodka-tonic, las miradas anestesicas, dormir cuando llueve, las mariposas grandes y vivas, las mandarinas que se comparten, los chicles de máquina, sonreir, que me sonrian, llorar y que me abracen, las tortugas marinas, el chocolate del 70%, la Bahía de Brasil, dormir desnuda, comer en la cama, los lagos, las borracheras con ellos, una madrugada de cine, las fobias, las filias, los peces naranjas, la pintura, mis pinceles, Las Vegas, pintar en las paredes, leer hasta las tantas, Henri Cartier Bresson, dormirme con música, la macedonia con cereales, que alguien me encante, los polos de horchata, la gente que no sabe cocinar pero lo intenta, la ropa interior, pintar por la noche, escribir a las tantas, el olor de la traca, discutir, beber a morro, las manzanas de caramelo de las ferias, las tiritas con dibujos, los viajes en tren, el desorden .

Me gusta.
Me gustan tantas cosas que empiezo a necesitar un cuerpo más grande.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Desorden.


Si padeces de mareos y demás lo mejor será que dejes este texto, me temo que hoy no tengo ningún sentido claro y reconocible así que esto va a ser un batiburrillo sin Biodramina y a prueba de curvas. Todo da vueltas y vueltas y vueltas, pero nada se mueve y todo se estanca.

El mar está en las ventanillas de los aviones en los que volé y por mucho que te digan después de la noche no siempre viene la mañana. Que despago ¿verdad? Tras la tormenta odio la calma ralentizada de buenos modales porque es casi tan falsa como decir "todo era mentira y lo dije sin querer" y tras las vacas gordas nunca espero las flacas. Esto no es ni muy curioso ni muy extraño, esto solo es otra posibilidad. Si tienes que gritar grita, prometo no correr. Porque seguro que me alcanzas y entonces a ver qué coño hago con las lágrimas. ¿Dónde se guarda la lluvia? ¿Dónde me meto lo que nadie quiero que vea? Los humanos venimos muy bien remendados de fábrica, tenemos los bolsillos internos de las chaquetas y los del alma, si cada cual le sacara el polvo a estos últimos veríamos la cantidad de Mierda Vs Confeti que logramos extraer, y os aseguro que la primera ganaría con creces a la segunda, por desgracia. Por eso a veces hacemos cosas muy auto-destructivas, como lamernos las heridas hasta donde nos llegue la lengua o llorar mares por quien no nos merece. lo haces, Yo lo hago, Ella lo hace y el de más allá también, por mucho que se las dé de poderoso. Puedes hacer lo que te dé la gana pero cuando te digo que esto es peor que pintar con la zurda es porque por mucho que me esfuerce nunca encontraré unas buenas esposas para mi con nadie. Y cuando ello empiece a suponerme un problema ya veré qué hago...¿No te parece? Las prisas nunca fueron buenas para arrancar el motor de un corazón con insomnio porque lo hacen funcionar a golpes y palazos, las prisas siempre acaban por forzar las arterías y finalmente el corazón se hiperventila y estalla en mil temores, algunos más claros que otros. Por la megafonía del alma suena el silencio más ruidoso de todos: tu voz, mi voz, sus voces, tus ecos, sus gestos, aquellas palabras, mis latidos, los tuyos, sus miedos, los míos, los gritos, tus susurros, mis "lárgate", tus "quédate", tus "márchate", mis "hasta nunca".Todo a la vez. Que tú puedes. Que yo puedo.

A veces hacer lo correcto no es hacer no que dice el corazón, ni mucho menos la cabeza, a veces lo más justo es hacer lo que te pida el momento y si el momento te pide piernas te marchas, si te pide codos aterrizas y si quiere pestañas parpadeas. Tú eliges, como siempre.

sábado, 5 de septiembre de 2009


Cuidate.



domingo, 16 de agosto de 2009

La vida se repite fiel a un patrón.


La odia por lo que imprudente-mente esperó de ella y ella soliviantada, ella auténtica, ella mediocre se negó a cumplir desde el andén. La odia porque descendió de su futuro fácilmente previsible, intoxicada de pereza, de dulcísima inhibición y sobre todo la odia porque ella no se arrepiente, y más aún porque él no encuentra razones para que ella se arrepienta y ella lo odia a él creyendo sinceramente que lo ama, lo odia desde su vientre, desde su bostezo, por lo que imprudentemente esperó de él y él tozudo, él débil, él huérfano, él austero se negó a cumplir. Lo odia porque en la cama, lo odia porque él comprende y ella oscuramente desearía que él jamás comprendiese y la usara como alimaña, como brecha hacia el fondo de sí mismo. Menos mal que es temprano para perdonar.


¿A que si? Ya sabía yo que era fácil disparar al cielo.


Que Benedetti se ria muy fuerte.

domingo, 2 de agosto de 2009

Prelavado.



Me esperan doce horas de viaje mental y mucha fotografía color sepia; he decidido que con medio día tendré suficiente para pensarme por dentro sin distraerme por fuera. Seguramente dentro de cinco horas estaré cansada de mirar por la ventanilla y no ver más que rayas blancas a toda velocidad, a gente durmiendo (sin yo poder hacerlo) , escuchar música nostálgica en todos los cascos habidos y por haber y esa puta e insensata sensación que hace que todos mis viajes con demasiada distancia sean un recorrido fragmentado del verbo extrañar, sintiéndose la “ñ” más “m” de lo normal.

Si por aquel entonces W. Shakespeare decía:
"Life is a tale told by an idiot, full of sound and fury, signifying nothing".

Yo para este ahora le replico:
Dile a ese idiota que me dé 24h para desplegarme como un sofá cama y esperar lo adecuado, que me dé, que me dé parches de esos que suplantan las necesidades (como los de nicotina), que me dé cosas para distraerme y dejar de pensar en todo lo que a estas alturas está tan quemado como yo. Que en cada comida y cena barro cenizas en vez de migas de migas de pan.

Y punto y final, porque el aparte siempre da pie a mucho más, y hoy los pies me los han dinamitado. Y si, estoy enfadada. Estoy enfadada porque nunca se ha de lavar,enjuagar, peinar y maquillar un pensamiento, un pensamiento tiene que salir a la plaza sucio y si puede ser con el líquido amniótico goteando por su barbilla, un pensamiento tiene que llorar por sí solo sin necesidad de recibir una buena bofetada (quería poner "hostia", pero no voy a borrar), porque un pensamiento puede nacer de un golpe, pero no sobrevive por él.

domingo, 26 de julio de 2009

El cabecero de la otra posibilidad.



(...Entonces decidió que lo mejor era callarse).
-¿Q te pasa ahora por esa cabeza? ¿qué es lo que quieres? ¿qué te preocupa?

-Quiero...quiero... alguien que me venga a buscar aunque llueva a cantaros y se empape a mi lado sin pensar que estaría más cómodo bajo el techo de una cafetería. Alguien que se emborrache conmigo aunque no sea día de fiesta y no tenga miedo a posar desnudo si se lo pido. Que entienda que me gusta levantarme tarde, muy tarde, y comer en pijama y descalza. Que se trague ciertas películas por mí y que le guste escribirme cartas los fines de semana; y si se acaba la tinta, que me lo diga al oído muy bajito justo antes de que nos vayamos a dormir. Que duerma conmigo y no se queje cuando le de patadas o hable en sueños y que se ría conmigo la mañana siguiente en el desayuno. Desayuno que puede darse a las seis de la tarde. Que compre ositos de goma por sorpresa y me los deje bajo la almohada los días que trabaje y no vaya a estar conmigo, que antes de dormir nos miremos, nos miremos durante horas pensando la de meses que hace que no nos veíamos. Que jamás me llame por mi nombre, pero que me llame mucho.

-Ya...¿Y eso dónde dices que está? Porque la vida ni es ni puede ser tan maravillosa, por mucho que nos pese, eso debe cojear por muchas patas de gallo y debe tener un sin fin de surcos de esponja ¡La vida y el amor revientan sus costuras de tantos fallos como tienen!

-No joder, esa no es la pregunta. No lo sé, si lo supiera no tendría ninguna gracia ¿No te parece? Además, la vida se tropieza y se sirve de manera extraña, se encoge de frio y nadie entiende sus tiriteos ni sus pelos de punta, así que no voy a darme de coscorrones por intentar entenderla. Ni a ella ni a sus desdichas con bigotes de león. Que mira ,¿lo ves?, tengo cenizas de tanto darle vueltas y combustionarme las fuerzas por buscar "porqués" y motivos con funda. Y si, lo se, puede no ser tan maravillosa, la vida pierde inocencia en el asiento trasero de un coche y casi nunca hay nadie dispuesto a prestar un par de Kleenex para reparar lo irreparablemente trasnochado, pero siempre hay lugar para la otra posibilidad, "La Mía" ¿No? Yo solo quiero callar al mundo y vivir en imagenes, pero todos vosotros os empeñáis en darme vueltas y en hacerme entender.
-...pero
-Cuando lo único que quiero es todo lo contrario.
(Y se quedaron mirando, cada una hacia cualquier lugar perdido de aquella cafetería sin rumbo, con brillo una pensaba que aquello era posible y la otra, con nauseas, que ojalá lo fuera).

domingo, 12 de julio de 2009

Corre.


Quizás el amor verdadero sea una decisión, la decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder, si te va a hacer daño o si es el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges. Quizá no sea lo que todos nos empeñamos en esperar a toda costa, y por esperar bombones de filigrana fracasamos o cometemos errores enormes, pero aún así esto es mucho mejor que no haberlo intentado y salir siempre vivo de la partida. Y el dolor, el puto dolor, anestesiarlo, aguantarlo, ignorarlo... para algunos de nosotros la mejor manera de enfrentarse a él es seguir viviendo. El miedo a tomar una decisión siempre viene dado por... ¿Y si te equivocas y cometes un error sin solución? Deberíamos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos más, hasta que comprendamos por fin que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir, y que fracasar y cometer gazapos es mucho mejor que no haberlo intentado hasta dejarse las uñas.
A veces lo que esperas es peor si lo comparas con lo inesperado. La razón por la que nos aferramos a nuestras esperanzas es que lo que esperamos es lo que nos mantiene vivos, en pié, esperando. Esperar es sólo el comienzo, lo inesperado es lo que cambia nuestras vidas.
No puedo ser siempre la que va más allá, si doy más pasos desapareceré.